Salón Canarias

Esa sigue siendo la cuestión. Si en el artículo de ayer sobre este tema presentábamos una opinión claramente definida hacia la continuidad de la subida de precios hoy traemos uno que contiene el elemento opuesto.
Se trata de un interesante artículo que hemos visto en Cien Ladrillos, donde se señala la resistencia que tienen los vendedores en todas partes para bajar los precios de las viviendas.
Como ejemplo plantea la situación vivida en la ciudad de Boston, donde los precios bajaron de forma drástica hasta un 40% entre 1989 y 1992. Resultaba evidente quepara poder vender había que bajar el precio, pero a pesar de todo, muchos seguían manteniendo precios completamente fuera de mercado, simplemente porque los costes de adquisición habían sido superiores o se pretendía obtener unos beneficios en línea con la evolución en los años anteriores, sin atender a que el precio viene fijado de forma principal por la situación de los mercados y no por esos factores.
Esa resistencia a poner precios realistas, paralizó las ventas. Así pues, si de verdad se desea vender una propiedad, al igual que cualquier otro bien, has de ponerla al precio de mercado de hoy, independientemente de lo que nos gustaría.
En resumen: “Si quiere vender su casa, marque el precio de mercado y venda en él.”